El aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat se ha consolidado como enclave estratégico de referencia del espacio euromediterráneo.
La continua mejora de sus instalaciones y la calidad de sus servicios han permitido situar este aeropuerto en una privilegiada posición para encarar el futuro con garantías.
El incremento de tráfico de pasajeros del aeropuerto refleja con precisión el avance experimentado en la última década. De los 11.727.814 registrados en 1995 se ha pasado a los 52.686.314 de 2019, con una de las medias de crecimiento más elevadas de los aeropuertos de vanguardia de Europa.
Completada la modernización de las instalaciones actuales, el aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat dispone de unos servicios de calidad para los pasajeros y de un campo de vuelo a la medida de un aeropuerto de primer nivel adaptado para ser utilizado por los grandes aviones comerciales.
La construcción y entrada en servicio de la tercera pista –en septiembre de 2004– y la ampliación de la pista principal han sido actuaciones determinantes que han permitido aumentar la capacidad del aeropuerto, que actualmente puede alcanzar las 90 operaciones por hora.
Con el objetivo de consolidarse como referencia del espacio mediterráneo y del sur de Europa, el Plan Director contemplaba un conjunto de actuaciones para modernizar y aumentar la capacidad del aeropuerto.
La obra más emblemática de esta etapa fue la construcción de la terminal T1, situada entre pistas. La T1, de gran valor arquitectónico, fue concebida como un gran centro de operaciones logísticas y de servicios. Tiene capacidad para 33 millones de usuarios anuales y supuso una inversión de 1.258 millones de euros.
A esta gran obra, le siguió la remodelación de la terminal T2, así como la ampliación y remodelación de las áreas comerciales de ambas terminales. Nuevas tiendas, nuevos conceptos y nuevas marcas para ajustar la oferta a los pasajeros que utilizan las instalaciones del aeropuerto.
La urbanización de más de 300 hectáreas como zona de servicios para el desarrollo industrial y comercial del aeropuerto; la entrada en funcionamiento de un parque aeronáutico de 90 hectáreas para la instalación de hangares de mantenimiento; o la construcción de una city con un parque de oficinas y hoteles, son otros proyectos previstos en el Plan Director.
Este plan continuará transformando al aeropuerto aplicando un concepto innovador que persigue convertir sus instalaciones en una ciudad aeroportuaria sostenible con su entorno y en un gran centro de distribución del tráfico del sur de Europa.