Ubicado en la Costa Brava, Cadaqués es mucho más que un simple pueblo mediterráneo. Es un lugar donde la historia, la arquitectura y la cultura se encuentran, creando una atmósfera única y cautivadora. Este pueblo de pescadores ha sabido preservar su encanto auténtico al tiempo que acoge diversas influencias que han moldeado su identidad actual.
En Cadaqués, podrá recorrer la vida de una figura célebre del siglo XX, Salvador Dalí. En la bahía de Portlligat, en la costa noreste de España, se encuentra la única residencia permanente del célebre pintor catalán, hoy transformada en museo en su honor. Podrá visitar su casa y sus jardines para descubrir sus obras y creaciones más extravagantes. Salvador Dalí siempre mantuvo una relación leal con su querido Cadaqués, donde pasaba largas temporadas de verano. Portlligat fue donde decidió vivir hasta la muerte de su esposa Gala en 1982, tras lo cual se trasladó al Castillo de Púbol.
En 1930, seducido por el paisaje, la luz y el aislamiento del lugar, Salvador Dalí se instala en una casita de pescadores en Portlligat. Los paisajes de la región fueron a menudo representados en sus obras, testimonio de la profunda influencia que este lugar ejerció en su imaginación. Durante cuarenta años, creó y dio forma a su propia casa, dando rienda suelta a su desbordante imaginación. La describió como «una verdadera estructura biológica [...]. Cada nuevo impulso en nuestra vida corresponde a una nueva célula, a una nueva habitación».
Comentando su residencia en Cadaqués, Salvador Dalí dijo: «Portlligat es un lugar de logros. Es el lugar perfecto para mi trabajo. Todo conspira para que así sea: el tiempo pasa más despacio y cada hora tiene la dimensión justa. Hay una tranquilidad geológica: es una situación planetaria única».
En la actualidad, la casa consta de las salas de estar en la planta baja, su estudio, habitaciones que contienen todo tipo de objetos relacionados con la actividad artística del pintor, y las zonas exteriores con los jardines y la piscina. Podrá sumergirse en la guarida de esta figura del surrealismo mientras pasea por este espacio vital cuidadosamente conservado. Cada rincón de esta casa cuenta una historia, la historia de un artista cuya visión transformó el mundo del arte y cuya huella permanece indeleble en el paisaje de Cadaqués.Es aconsejable reservar con antelación en la web oficial del museo debido al gran número de visitantes, especialmente durante la temporada alta.
De camino a Cadaqués, también tendrá la oportunidad de descubrir el Parque Natural del Cap de Creus, el primer parque natural marítimo-terrestre de Cataluña. Alberga numerosos tesoros naturales y culturales protegidos bajo el estatus de Reserva Natural Integral más estricto de Cataluña. El parque contiene dos de las cuatro Reservas Naturales Integrales de la comunidad autónoma: el Cap de Creus, en el municipio de Cadaqués, y el Cap Norfeu, en el municipio de Roses.
El Parque Natural del Cap de Creus está situado en el punto más oriental de la Península Ibérica, donde los Pirineos se encuentran con el mar. Esta reserva natural catalana ocupa una superficie total de unas 13.000 hectáreas, de las que 11.000 son de tierra y 3.000 de mar. Si le gusta caminar, el parque natural le ofrece un amplio abanico de itinerarios.
El Parque Natural Integral del Cap de Creus destaca por su singular morfología, que ha inspirado a artistas como Salvador Dalí y Josep Pla. El viento de tramontana y la salinidad del mar han modelado este paisaje, cuyo gran valor geológico se aprecia en los afloramientos de roca metamórfica y granítica. El litoral alberga las plantas mejor adaptadas a las condiciones climáticas locales. Se trata de la vegetación más interesante del parque, sin equivalente en ningún otro lugar del litoral catalán. En pleno corazón del Mediterráneo, este rincón del paraíso disfruta de un clima cálido todo el año.
Cuenta con una gran variedad de paisajes y colores que no dejan indiferente a nadie. El Cabo se caracteriza por sus numerosos acantilados escarpados y oscuros, su exuberante vegetación, sus magníficas calas y un mar de múltiples tonalidades de azul. ¡Todo un festín para la vista !
EDIFICIOS EMBLEMATICOS
Cadaqués es un pueblo con una rica diversidad arquitectónica que entrelaza historia y estilos de manera fascinante. Entre sus edificios más destacados, el Modernismo brilla por su belleza y originalidad, en gran parte influenciado por los residentes que se enriquecieron en América y trajeron influencias cubanas. Aquí vamos a presentar algunos de los edificios más emblemáticos de Cadaqués.
Casa de Don Octavio Serinyana (Casa Blaua)
Ubicada en Riba des Poal, esta casa modernista del siglo XX (1913-15) es obra de Salvador Sellés y Baró. Su estilo modernista y sus vibrantes colores la convierten en un icono inconfundible frente al mar.
Escuela Pública Caritat Serinyana
Fundada en 1915 gracias a la familia Serinyana, esta escuela modernista en la Calle Sol de l’Engirol fue construida para promover la educación en el pueblo.
Casa Federico y Víctor Rahola
Este edificio modernista se encuentra en la plaza Frederic Rahola, número 6, y es otra joya arquitectónica que resalta en el paisaje del pueblo
Iglesia Parroquial de Santa María
En la Plaza de la Iglesia, este templo de estilo gótico tardío comenzó su construcción a mediados del siglo XVI. La iglesia, reconstruida tras ser destruida por el pirata turco Barbarroja en 1543, alberga un impresionante retablo barroco de 23 metros dedicado a la Virgen de la Esperanza.
Casino de la Amista
Fundado a finales del siglo XIX, este edificio neoclásico albergó la sociedad de beneficencia La Benéfica, un lugar histórico en el corazón de Cadaqués desde 1870
Santuario de San Baldirio
Situado entre Cadaqués y la cala de Portlligat, este templo barroco de 1702 está cerca del actual cementerio. Originalmente dedicado a los Santos Abdón y Senent, sus restos fueron salvados por los cadaquesencs tras un naufragio en portlligat.
Oratorio San Pío V
Este santuario con cúpula y cruz latina fue construido en honor al Papa Pío V tras la victoria sobre los piratas turcos en la batalla de Lepanto en 1571. Guiadas por Juan de Austria, las naves cristianas destruyeron la armada turca. En agradecimiento, el pueblo de Cadaqués construyó un oratorio en memoria del Papa. A pesar del tiempo, el santuario sigue recibiendo visitas.
Faro del Cabo de Creus
En el punto más oriental de la península, este faro, el segundo más antiguo de Cataluña, comenzó a operar en 1853. Además de servir a los navegantes, hoy alberga el Espacio Cabo de Creus, un centro de información del parque natural del Cap de Creus.
Estos edificios no solo embellecen Cadaqués, sino que también narran su rica historia y su evolución a través del tiempo. Cada uno tiene una historia única que contribuye al encanto y al carácter de este pintoresco pueblo costero.
CASCO ANTIGUO E IGLESIA
Explorar la historia de Cadaqués requiere sumergirse en su casco antiguo. Este pueblo, con sus raíces medievales y una vez protegido por robustas murallas, constituye el corazón histórico de Cadaqués, donde solo queda un antiguo muro, ahora parte del ayuntamiento.
Caminar por este antiguo núcleo urbano significa pisar el rastell, un antiguo pavimento hecho a mano con piedras moldeadas por el constante vaivén del mar. La calle del Call es un claro ejemplo de este pavimento en excelente estado, diseñado con forma de espiga para evitar resbalones al absorber el agua.
La iglesia de Santa María de Cadaqués se alza en el punto más alto del casco antiguo, ofreciendo una vista panorámica impresionante del pueblo, la bahía, y hasta el lejano faro de Cala Nans. Esta iglesia, de estilo gótico tardío con elementos renacentistas, tiene una historia marcada por la destrucción a manos del pirata Barbarroja en 1543, lo que llevó a su reconstrucción con fondos donados por los pescadores locales, como relatan los versos de Frederic Rahola y Trèmols:
“La iglesia de mi pueblo
la hicieron los pescadores
trabajando los días de fiesta
en bien de nuestro Señor”
En su interior, un magnífico retablo barroco de 23 metros de altura, dedicado a la Virgen de la Esperanza, destaca como una joya de la escuela de Vic. La iglesia también alberga otros nueve pequeños retablos de madera dorada, así como una pieza histórica construida entre 1689 y 1691 por Josep Boscà. Se trata del Órgano Viejo de Cadaqués, considerado uno de los órganos más antiguos de Cataluña. Durante la Guerra Civil Española, la iglesia sirvió como refugio, protegiendo su tesoro artístico de los estragos del conflicto.