Lloret de Mar es un pueblo del cual se tiene constancia escrita desde el año 966. Su nombre procede del latín Lauretum, que significa ‘lugar poblado de laureles’.
A tan solo 60 minutos de Barcelona y a 20 minutos del aeropuerto de Girona, Lloret acoge todo el año a turistas que buscan el sol, la playa y los idílicos paisajes de la Costa Brava. La población, que está a una media de 2 h y 45 minutos de avión de cualquier capital europea, se encuentra muy cerca de varios lugares de interés, como el museo Dalí, en Figueres, La Sagrada Familia de Antoni Gaudí, en Barcelona, o el circuito de automovilismo de Montmeló.
Su suave clima permite disfrutar todo el año del territorio y de numerosas posibilidades turísticas y de ocio. Con una masa forestal de 27 km2 y 9 km de costa, ofrece una multitud de lugares por descubrir: playa pero también senderos y bosque donde poder realizar excursiones y gozar de la naturaleza autóctona de la zona.
Uno de los atractivos más destacables de Lloret son sus playas, característicamente mediterráneas. En ellas, aparte de tomar el sol, podréis realizar todo tipo de actividades acuáticas: snorkeling, buceo, vela, moto de agua, esquí acuático, parasailing, flyboard… Hay que destacar que las principales playas de Lloret están equipadas con servicios para personas con movilidad reducida.
En este territorio de costa, la combinación de playas, acantilados, mar, rocas y pinos crean el sello mundialmente conocido de Costa Brava. Cinco de sus playas están reconocidas con la bandera azul de calidad. Y las hay tan variadas que, durante vuestra estancia, os recomendamos que las probéis todas.
Un total de 15 playas y caletas conforman el litoral del destino. La primera que encontramos es la playa que recibe el nombre de la patrona de la localidad, Santa Cristina. En orden de aparición, de suroeste a noreste, nos encontramos con la playa de Sa Boadella; en un sector de esta playa, de gran belleza, está permitido el nudismo. Sigue la playa de Fenals, que es, tras la playa de Lloret, la segunda más extensa del municipio. Ambas albergan rincones con encanto, como punta Garbí, en Fenals, y la zona de la Dona Marinera, en Lloret centro. En medio de estas dos grandes playas no se puede dejar de visitar Cala Banys, un rincón con vistas privilegiadas, sobre todo a la salida y la puesta del sol. Si seguimos avanzando por el territorio encontraremos una serie de pequeñas calas con mucho encanto. La primera es Sa Caleta, justo al lado de la playa central de Lloret, que está presidida por uno de los símbolos del municipio, su castillo. A continuación vienen la Cala des Frares, la Caleta Safareig d’en Sitre, donde antiguamente había un pequeño criadero de gambas, la Caleta d’en Trons, la Cala Sa Tortuga y la Cala Gran. Finalmente, llegamos a Cala Canyelles, donde, aparte de su belleza natural, también encontramos un pequeño puerto deportivo.
De todos es conocido que una de las mejores maneras de conocer el territorio es caminando. En Lloret existe un camino de ronda, un pequeño sendero con espectaculares vistas que serpentea por la costa y que nos proporcionará las fotos más vistosas de toda la Costa Brava. El camino de ronda pasa por casi todo el litoral de Lloret. Se puede tomar en la playa de Fenals para acabar en Cala Canyelles. Es recomendable llevar calzado deportivo y estar acostumbrado a subir y bajar pendientes, ya sea en forma de escaleras o de suaves desniveles. Sea cual sea la época del año, os recomendamos que cojáis una pequeña botella de agua para la excursión.
En el camino de ronda captaremos la esencia de la Costa Brava: los acantilados, los pinos junto al Mediterráneo y la brisa que nos acariciará la cara durante todo el recorrido.
El camino de ronda es parte del GR-92. Un sendero de gran recorrido que atraviesa Cataluña y que, a su vez, se incluye en el sendero europeo E-10, que va desde el mar Báltico hasta el Mediterráneo. Así pues, vestíos con ropa deportiva, coged vuestro smartphone o cámara y salid a recorrer el camino de ronda.
Los jardines de Santa Clotilde son unos del los pocos jardines novecentistas que encontramos en Cataluña. Proyectados en 1919 por el arquitecto Nicolau Maria Rubió i Tudurí, uno de los máximos representantes del paisajismo catalán, fueron un encargo del marqués de Roviralta. Los jardines se encuentran en un paraje de gran belleza, con impresionantes vistas sobre el mar. Tienen una extensión de casi 27.000 m2 y se concibieron siguiendo el modelo renacentista italiano. Su equilibrio de espacios, volúmenes y color, junto con el paisaje, los convierten en un lugar de gran belleza estética. La vegetación que encontramos en los jardines es propia de la zona mediterránea. Destacan sus pinos, tilos, álamos, pitósporos y cipreses. Cabe señalar que se presta especial atención a las plantas en floración, para que los jardines siempre presenten un aspecto florido. Por ello, según la estación, se alternan diferentes especies. También destacan sus escalinatas y fuentes, en constante diálogo con el mar. Sin duda, esta es una visita obligada si nos queremos relajar y disfrutar de la armonía natural de unos jardines plenamente integrados en el paisaje.
Lloret de Mar tiene un pasado indiano y este edificio, llamado Casa Garriga, donde actualmente se aloja el Museo del Mar, es una muestra de ello. Está situado en primera línea de mar. Se construyó en el año 1887 por encargo del señor Enric Garriga i Mataró, un lloretense que, junto con su hermano, emigró a América para hacer fortuna. No hay duda de que lo consiguió y ahora su memoria se conserva mediante este edificio. El Ayuntamiento lo adquirió en el año 1981 y lo adaptó a los nuevos tiempos reconvirtiéndolo como Museo del Mar. En él, el visitante puede viajar al pasado del municipio y comprobar cómo los antepasados de los lloretenses eran grandes navegantes del Mediterráneo y del Atlántico. Descubriréis un pueblo donde los astilleros trabajaban frenéticamente y la arena de la playa estaba ocupada por mujeres que remendaban las redes para que los hombres las pudieran utilizar en su próxima jornada de pesca. Pero en este museo no solo encontraréis un espacio para viajar al pasado; también os ofrece un punto de información para guiaros, en el presente, por los distintos atractivos del destino. Allí os facilitarán un plano de Lloret y os explicarán, amablemente, cómo podéis llegar a los diferentes sitios de interés, o responderán a cualquier duda que tengáis en vuestra visita.
Un atractivo más de Lloret es su iglesia junto con sus numerosas ermitas y capillas. En la población encontramos la iglesia parroquial de Sant Romà y las ermitas de Les Alegries, Santa Cristina y Sant Quirze.
La iglesia parroquial de Sant Romà, situada en el centro histórico, recibe el nombre del segundo patrón del municipio, y su construcción se remonta a los siglos XVI y XVII. Esta iglesia, de estilo gótico catalán, llama la atención por sus dos capillas laterales, la del Baptisterio y la del Santísimo Sacramento, construidas en 1916 y de estilo modernista. Las cúpulas son perfectamente visibles desde el exterior del recinto, ya que el estilo modernista es inconfundible.
Bastante más alejada del centro histórico se encuentra la ermita de Les Alegries, que fue la parroquia del pueblo hasta 1522. Se cree que su ubicación está ligada al hecho de que en ese punto antiguamente se cruzaban los caminos hacia diferentes pueblos de la zona, como Tossa, Maçanet, Santa Coloma y Girona. Aunque solo está abierta en días puntuales, vale la pena planificar una pequeña excursión a esta ermita de estilo gótico.
Otra ermita que no podéis dejar de visitar es la ermita de Santa Cristina. Está situada en una finca de 10 hectáreas, elevada respecto al mar pero junto a él, que se mantiene como zona boscosa natural, muestra del bosque mediterráneo, con gran diversidad de especies vegetales y fauna autóctona.
La construcción se remonta al año 1764 y es de estilo barroco, propio de la segunda mitad del siglo xviii. Detrás de la ermita encontraréis la llamada Plaça del Pi, que, como su nombre indica, acoge un pino que ya cuenta los años con tres dígitos. Esta plaza es un mirador privilegiado al Mediterráneo y a la costa de Lloret. Finalmente cabe destacar la ermita más antigua del municipio, la de Sant Quirze. En el año 1079, ya había constancia de su existencia. Los materiales con los que se construyeron son de procedencia romana; en una zona cercana se encontraron fragmentos de cerámica romana, así como varias sepulturas de la época.
Si sois amantes del arte, estamos convencidos de que os gustará el cementerio modernista de Lloret. Se trata de un legado de los indianos de la población a través del arte funerario de la época. Un proyecto en el que participaron arquitectos de tanto renombre como Puig i Cadafalch. Estatuas y monumentos funerarios ocupan los diferentes espacios, con una avenida principal, paseos, plazoletas… Parece que el arquitecto Joaquim Artau i Fàbregas hubiese transportado las tendencias urbanísticas de la época al trazado del cementerio. Todo su espacio está organizado por unas pautas de jerarquía social. En la configuración de este cementerio cabe destacar el papel que tuvieron los particulares que financiaron su creación, tanto en lo que respecta a su estructura general como a la elevación de los sepulcros. En este sentido, cabe señalar que a principios del siglo xx había muchos indianos que habían hecho fortuna en el continente americano y que, una vez consolidada su posición social y económica, decidían regresar a su villa natal.
Situado en el núcleo antiguo de la población, encontramos el centro histórico de Lloret de Mar. Como en cualquier centro histórico hay calles estrechas y entrañables que parecen de otra época. Y en cierto modo lo son, sobre todo los edificios de interés histórico, como sus capillas, las antiguas casas donde se teñían las redes de los pescadores, las mansiones señoriales de distintos indianos, el Ayuntamiento, las antiguas torres de defensa o el paseo de palmeras y tierra roja. Todos estos lugares conforman una ruta sencilla y fácil de realizar que os mostrará el Lloret más auténtico.
La gastronomía de Lloret está basada en la mundialmente reconocida cocina mediterránea. En el municipio podemos encontrar numerosos restaurantes listos para cocinar el pescado del Mediterráneo; destacan los sonsos fritos, así como las gambas y las diferentes especies de pescado que habitan las aguas de la Costa Brava. Precisamente se celebran unas jornadas gastronómicas, en el mes de octubre, dedicadas al pescado; son las Jornadas Gastronómicas de la Cocina del Arte. Una de las especialidades culinarias de algunos restaurantes son los erizos de mar, junto con las fideuás de marisco o los arroces caldosos de pescado. Algunos restaurantes del municipio gozan de reconocimiento en la Guía Repsol o la Guía Gourmand. No podemos pasar por alto la altísima calidad de los restaurantes de la provincia de Girona, que suman un total de 17 estrellas Michelin, entre ellos el mejor restaurante del mundo según la prestigiosa revista británica Restaurant.
En Lloret cabe destacar otras jornadas gastronómicas, como las del arroz, en mayo, donde los restaurantes, más de cuarenta, elaboran suculentos menús con el arroz como protagonista. Debemos destacar también que Lloret tiene un coctel típico, el daiquiri. Es típico porque su perfeccionador, el señor Constantí Ribalaigua i Vert, dueño, en su época, de un bar en Cuba llamado El Floridita, era originario de Lloret. Según Ernest Hemingway, El Floridita era la cuna del daiquiri. Por ello, no dudéis en pedir un daiquiri si venís a Lloret.
Desde hace décadas, Lloret de Mar es un referente turístico mundial y se ha convertido por derecho propio en la capital turística de la Costa Brava. Con un abanico de 120 hoteles y un total de 29.147 plazas de alojamiento, destacan sobre todo los enfocados a familias, con zonas específicas para que los pequeños jueguen y se diviertan sin problemas y los más mayores disfruten también de sus vacaciones. No en vano la Generalitat de Catalunya certificó el destino con el sello de Destino de Turismo Familiar, que acredita que el municipio dispone de una amplia oferta familiar en cuanto a alojamiento, ocio, restaurantes, eventos y parques infantiles. Por otro lado, hay que destacar que el 60% de la oferta hotelera es de tres o más estrellas y que el 64% de las plazas de cinco estrellas y de lujo de la Costa Brava se encuentran en Lloret.
La variada oferta también incluye el turismo congresual, ya que una gran cantidad de hoteles disponen de salas de reuniones y de congresos, especialmente preparadas para las necesidades de las empresas y organizaciones.
Para todos los amantes del camping, también hay cabida. La localidad dispone de cuatro campings con más de cuatro mil plazas. Pero si ninguna de las anteriores opciones os convence, también podéis alquilar alguno de los más de 2.500 apartamentos turísticos de los que dispone el municipio.
Actividades durante todo el año, desde el desfile de Carnaval o la Lloret Night Shopping hasta los eventos que tienen como protagonista el motor y la velocidad. Destacan el Lloret Formula Weekend, un fin de semana lleno de actividades en torno a la Fórmula 1 que se disputa en el cercano circuito de Barcelona-Catalunya. Por cierto, ¿sabíais que Lloretestá a menos de una hora del circuito de Montmeló? No es casualidad que a Lloret se la conozca como la capital del motor, y es que durante muchos años acogió el mítico Rally Costa Brava. Actualmente acoge el Rally Costa BravaHistórico, un rally de regularidad que se celebra con vehículos clásicos. Son coches con más de veinte años que no veréis en ningún otro sitio. Otras actividades están más orientadas a las tradiciones; la Tirada a l’Art es una de ellas. Se trata de un encuentro que rememora un sistema tradicional de pesca, y en el que puede participar todo el mundo. Normalmente finaliza con un desayuno en la playa con el pescado que los participantes hayan logrado capturar. Otras propuestas giran en torno a la fotografía de naturaleza, como el festival internacional de fotografía MontPhoto. También destacan algunas ferias como la medieval, que recrea los tiempos del medievo por toda la ciudad, o la Feria de los Americanos, un viaje a la época de los lloretenses que fueron a hacer fortuna a las Américas. Las actividades deportivas no faltan en el calendario. Algunas de las más populares y concurridas son la Marcha de las Ermitas o la Marcha de las Playas. Se trata de unas caminatas populares que permiten conocer el enorme patrimonio natural y paisajístico deLloret de Mar. La población también acoge eventos deportivos de alto nivel, como torneos de básquet o de disco volador (ultimate), competiciones de atletismo, etc.