El Pirineo de Girona, la unidad montañosa más nororiental de la Península Ibérica y una de las secciones de la cordillera de los Pirineos, está formado por las comarcas de Cerdanya, Ripollès, Garrotxa y parte del Alt Empordа...
Se trata de un espacio abierto, con un clima templado por su proximidad al mar, bien conectado a las zonas metropolitanas y de costa tanto por vías terrestres como áreas, y con una oferta turística de calidad gracias a la conjunción de un rico patrimonio natural, cultural y gastronómico y de una amplia red de servicios turísticos orientados al visitante.
La alta montaña gerundense cuenta con tres períodos temporales bien diferenciados que marcan su ritmo turístico: el invierno, con sus cinco estaciones de esquí a pleno rendimiento y actividad de après-ski; el otoño y la primavera, con paisajes y espacios en constante transformación que invitan a adentrarse en la naturaleza y probar productos gastronómicos de temporada; y el verano, época con la posibilidad de practicar todo tipo de actividades al aire libre en contacto con la naturaleza en estado puro.
El destino ofrece alojamientos que se concentran en los alrededores de las estaciones de montaña y en las ciudades y pueblos, donde se encuentran principalmente pequeños hoteles, apartamentos turísticos, campings y casas rurales con encanto que cuentan con un trato familiar único.
El Pirineu de Girona presenta al visitante una multitud de espacios de interés natural para explorar y descubrir en todas las estaciones del año. Posee cinco parques naturales – Cadí-Moixeró, Zona Volcánica de la Garrotxa, Cabeceras de los ríos Ter y Freser (desde septiembre de 2015), cabo de Creus y Aiguamolls del Empordа - y el paraje natural de interés nacional de la Albera. Cuenta con el valle de Cerdanya, el valle alpino con más horas de insolación de Europa y los valles de Camprodon y de Ribes, entre otros.
Estos espacios son el lugar idóneo para que el visitante experimente nuevas emociones vinculadas a la observación de la naturaleza, la búsqueda de la paz, la tranquilidad y el bienestar – como con el masaje de autor Gerunda Fuga -, la práctica de actividades de ocio y deportivas al aire libre: salidas en globo, excursiones a pie, en bicicleta de montaña o a caballo por los senderos señalizados, campos de golf en plena naturaleza y vuelos en parapente, escalada y descenso de barrancos, entre muchas otras.
Mención especial merecen las iniciativas de éxito como las vías verdes del Pirineo de Girona (la Ruta del Hierro y del Carbón, de 15 km, y el Carrilet de Olot a Girona, de 54 km), la ruta cicloturística transfronteriza Pirinexus, de 351 km, o la red de senderos Itinerànnia, de 2.500 km que discurre por las comarcas del Ripollès, Garrotxa y Alt Empordа, que hacen las delicias de los visitantes apasionados por el deporte combinado con otras motivaciones ligadas a aspectos culturales, naturales y gastronómicos.
La riqueza cultural de los municipios del Pirineu de Girona posee un atractivo especial gracias a su historia, abundante legado y buen estado de conservación. El románico es omnipresente en cada rincón de sus tierras montañosas. No resulta difícil encontrar castillos, monasterios, abadías, puentes, calzadas e incluso leyendas medievales fruto de una prolífica Edad Media. De oeste a este, el territorio cuenta con joyas monumentales de gran valor: en la Cerdanya, la farmacia de Lluvia, de las más antiguas de Europa (s. XV); en el Ripollès, destaca por encima de toda la portalada románica del monasterio de Santa Maria de Ripoll (candidata a Patrimonio de la Humanidad por la Unesco), también la iglesia de Beget y el monasterio de Sant Joan de les Abadesses; en la Garrotxa sobresalen las poblaciones medievales de Santa Pau y Besalú; y en el Alt Empordа, el yacimiento arqueológico de Empúries en L’Escala, los monasterios de Sant Quirze de Colera y Sant Pere de Rodes y la Basílica de Sant Martí de Empúries. Los numerosos museos temáticos, las fiestas patronales y tradicionales, las recreaciones históricas, las leyendas y otros acontecimientos singulares, son reclamo turístico en el destino.
La cocina de alta montaña e interior pirenaica hace que sea un placer sentarse en una mesa y degustar platos, tanto tradicionales como de autor, que se caracterizan por su amplio recetario y la calidad de sus ingredientes –de km 0 y de temporada-, muchos distinguidos con sellos de calidad e indicación geográfica protegida (ternera de los Pirineos catalanes, el queso y la mantequilla de la Cerdanya, la ratafía, el trinxat, el aceite del Empordа o el vino de la DO Empordа). Así, la gastronomía es otro elemento importante del patrimonio etnológico que se ha recuperado especialmente en los últimos años gracias a cocineros, asociaciones y colectivos de cocina que han recopilado el recetario tradicional, lo han compartido y lo han actualizado para ofrecerlo a los comensales más exigentes. El orgullo por el producto se populariza en forma de ferias y campañas gastronómicas temáticas que hacen las delicias de los gourmets.
Destacar que en 2015 la prestigiosa guía Michelin galardonó tres restaurantes de interior: Les Cols, de Fina Puigdevall, en Olot, con dos estrellas; Ca l’Enric, de Isabel Juncà, en La Vall de Bianya, con una estrella; y Fonda Xesc, de Francesc Rovira, en Gombrèn, también con esta distinción. En la parte más marítima donde perecen los Pirineos catalanes, en el parque natural del Cabo de Creus, dos restaurantes lucen sus estrellas Michelin, Miramar, en Llançà, y Els Brancs, en Roses.
El Pirineu de Girona es un destino amable al que el visitante llega atraído por la necesidad de entrar en contacto con la naturaleza más pura, por descubrir el patrimonio cultural material e inmaterial de un espacio milenario; por practicar actividades al aire libre; por buscar la tranquilidad y el bienestar, y por saborear una gastronomía auténtica.
La oferta de nieve gira en torno a cinco estaciones de esquí (cuatro de esquí alpino y una de esquí nórdico): Vallter 2000 y Vall de Núria, en la comarca del Ripollès, y La Molina, Masella y Guils Fontanera, en la comarca de la Cerdanya, que ofrecen un gran dominio esquiable, con más de doscientos kilómetros de pistas y con instalaciones y equipamientos de primer nivel.
En la temporada 2015-2016 las estaciones presentan mejoras en las instalaciones (accesos, remontes, alquiler de material, ampliación de pistas y más cañones de nieve artificial) y servicios turísticos (forfaits y paquetes). De la estación decana de La Molina destaca la nueva pista para debutantes y trineos en Pista Larga, una nueva pista, Coll Sisé, que enlaza las pistas Cuatro Caminos y Larga, y un tren articulado de trineos para 12 personas como actividad après-ski para los usuarios. La estación Vall de Núria, la estación de esquí y montaña más familiar del destino, accesible únicamente a través del tren cremallera, mejora el parque lúdico y las pistas en general. Vallter 2000 potencia un nuevo modelo de estación de montaña ofreciendo de manera combinada “ascenso con descenso”, es decir, esquí de pista y actividades de montaña. Y Guils Fontanera, la estación de esquí nórdico, realiza actuaciones en la mejora de las pistas, en el refugio de Fontanera y renovación del material de alquiler.
Recordar también que en 2014 la estación de Masella se convirtió en la capital del esquí nocturno en los Pirineos, poniendo en marcha 13 pistas y 10 km esquiables para sus esquiadores más incombustibles.
• Espacio Ceretània (enero 2015), espacio museístico construido en la zona del yacimiento iberoromano del Castellot que sirve para dar a conocer la evolución de la Cerdanya desde hace 18.000 años.
• Itinerànnia - red de senderos de 2.500 kilómetros entre las comarcas del Ripollès, la Garrotxa y el Alt Empordа (paquete turístico).
• Ruta senderista Sierra de Monasterios. Ruta circular y autoguiada que permite explorar la sierra Cavallera y los monasterios de la zona.
• Folleto “Déjate guiar por la comarca del Ripollès”: más de 300 visitas y actividades culturales programadas.
• Garrotxa Cultour: 15 propuestas para descubrir el patrimonio cultural de la comarca.
• Experiencias Garrotxa: 15 paquetes turísticos para todos los gustos.
• Ecomuseo de la Vall d’en Bas (antes de finales de 2015).